El Cañón de Estacas es un pequeño desfiladero en la ribera de Estacas, alfuente de la rivera de Agualva que pasa por la aldea de Lomba. Forma parte de la cuenca hidrográfica de Teixeira, así como las vecinas riveras de Agualva y de Macieiras. La erosión ha escavado en la roca un valle escarpado, aprovechando las fragilidades de la pizarra. La rivera de Macieiras está dominada por grandes rocas, algunas resaltando dobleces de contornos dramáticos. La rivera de Agualva que corre inicialmente en granito y después se precipita en las pizarras blandas ha formado, en sus márgenes, uno de los más bellos bosques de la región. El fuerte declive de estos valles ha multiplicado las cascadas y caídas de agua presentes en estos parajes.
En estos valles encajados de la cuenca del Teixeira, cada rivera tiene su particularidad. En la rivera de Macieiras impera la roca, con plantas rupícolas como el acicate de olor português, plantas que aprovechan el agua que escurre en la roca como la saxífraga y la rara carnívora grasilla pálida. En la rivera de Estacas encontramos la crepuscular babosa de pintas, especie protegida que junto al curso de agua llega a ser común. En la rivera de Agualva se desarrolla un magnífico bosque caducifolio dónde podemos encontrar la rara y protegida píjara, así como arbustos como el endrino y el peral silvestre atlántico. El lobo ibérico encuentra refugio en estos valles, reflejo de una naturaleza salvaje y inexplorada, donde este esquivo depredador aún persiste.
El acentuado desnivel de la rivera de Estacas y afluente ha sido aprovechado para edificar más de 8 molinos de pizarra, totalmente integrados en el paisaje. Muchos están además al lado de cascadas y marmitas de gigante, adaptándose así a su forma y creando un escenario de grande belleza, en que las construcciones humanas se armonizan y funden con la naturaleza. Las laboriosas terrazas completan este cuadro, con las laderas trabajadas escalón a escalón para que el pueblo pueda de aquí conseguir su sostén.