Situado en la margen izquierda del río Duero, el arenal de Espadanedo es un excelente área recreativa, donde aún podemos observar vestigios de un río Duero salvaje antes de la subida de las aguas provocada por la construcción de embalses. Aquí se puede observar parte de algunos afloramientos rocosos que antes dominaban las márgenes del Duero. Este es además un sitio con mucha historia puesto que antiguamente era un punto de parada de los barcos rabelos. Aquí estos atracaban y cargaban diversos productos producidos por los habitantes del Duero, para abastecer los mercados de Oporto. Esta ha sido durante mucho tiempo la única vía de transporte directo para aquella ciudad.
El arenal de Espadanedo está integrado en un paisaje fantástico. Aquí desagua la rivera de Espadanedo, envuelta en bosques, y con una gran biodiversidad. Alcornoques, robles comunes, espinos albares, o almeces componen las laderas. Junto al Duero también podemos ver sauces, alisos y una diversa flora herbácea, como la palominera la bella salicaria, típica de zonas ribereñas. La fauna también abunda en estas laderas sobre el Duero: el sapo-común, el tritón jaspeado o la salamandra común son algunos de los anfibios que vagan por aquí y en cuanto a invertebrados, se pueden encontrar la emperatriz azul, la mariposa doncella de la madreselva o el escarabajo ciervo volante.
En Tarouquela podemos encontrar la iglesia románica de Santa Maria Maior. Ésta estaba integrada en uno de los primeros monasterios femeninos de la orden de São Bento, al sur del Duero, creados a mediados del siglo XII y cerrados más tarde, en el siglo XVI. Se destacan en esta iglesia las diversas esculturas presentes, demostrando el elevado simbolismo de este lugar.