Los peñones de Penavilheira resultan de un fenómeno geológico denominado “knickpoints” (recodo, hendidura o repliegue) que normalmente forma cascadas, cuyo origen se remonta a hace dos millones de años. El río Bestança – río que corre por entre estos peñones – es, en la cuenca del Duero (sector Portugués), el río que contiene mayor número de “Knickpoints”. Aquí este fenómeno ha dibujado un lugar fantástico, marcado por imponentes peñones y cascadas únicas. En los alrededores el paisaje es singular y moldeada por la mano del hombre, donde las acequias conducen el agua hasta los terrenos agrícolas y los pastos intercalan espesos bosques de frondosas.
Muy cerca de los peñones de Penavilheira, sobre el río Bestança, se yergue el Puente de Soutelo datado de la época medieval. Construido en piedra, con un arco de vuelta perfecta de 9 metros de diámetro, y con un piso formado por losas de grandes dimensiones, este se encuadra de forma perfecta en el paisaje.
El patrimonio natural del río Bestança es inmenso. En las proximidades se destaca la cascada de la Granja donde las límpidas aguas del Bestança, conjugadas con las alfombras de musgo y el bosque en galería hacen de este un lugar paradisiaco. A lo largo del Bestança se puede observar diversa fauna y flora. La rana patilarga y la salamandra rabilarga son algunos de los endemismos que habitan el río. La nutria el mirlo acuático o la mariposa tornasolada chica son otras especies de la fauna que aquí se pueden observar. Con relación a la flora, a lo largo de este río y de los bosques de frondosas que lo envuelven, las especies son muchas, como el avellano, el aliso, el fresno y la bella lengua cervina, un helecho que se refugia en sus márgenes sombrías.
