Popularmente conocida como piedra agujereada, esta enorme roca tiene la curiosidad de presentar varios huecos, pareciendo haber sido esculpida minuciosamente. En términos geológicos se denomina como taffoni, un fenómeno más común en ambientes costeros. Este raro fenómeno ocurre por la concentración de cargas en zonas puntuales del macizo rocoso, dejando estas partes de la roca más susceptibles a la erosión, resultando en una degradación acelerada de la misma, principalmente resultante de la acción del viento que en esta región serrana abunda. Por estos parajes existen otros ejemplos de este fenómeno geológico, pero la piedra agujereada de Faifa es, sin duda, la más imponente, tratándose de una verdadera obra prima de la Naturaleza.
La piedra agujereada de Faifa esta insertada en un paisaje rico y diversificado, desde las zonas más áridas con dominio de variadas geoformas graníticas, hasta los verdes prados de montaña, pasando por bosques de melojo. Este mosaico que se extiende hasta el río Paiva está fuertemente condicionado por la actividad humana, principalmente por la acción de la ganadería y de las vacas arouquesas, mayoritariamente, que favorecen hábitats como los prados. Esta diversidad del paisaje resulta en una elevada riqueza de especies de flora y fauna, como el aguilucho pálido, la víbora hocicuda o la culebra lisa meridional, reptil esquivo y de difícil detección que recorre discretamente las laderas de esta sierra. También los invertebrados presentan una gran diversidad de especies, desde los más llamativos como las mariposas y libélulas, hasta los más discretos como la cantariña, común en zonas de matorrales. La flora es muy representativa de la diversidad de hábitats, y en ella podemos observar una variedad relevante de especies como la serapias en corazón, normalmente presente en prados, hasta los delicados pero resistentes candeleros del diablo, presentes en zonas rocosas.
