El Pozo Azul es un lugar de extraordinaria belleza, fácilmente accesible desde Sobrosa, que une las aguas cristalinas de la rivera de Landeira a las rocas graníticas pulidas por la erosión milenaria, en una armonía perfecta para los sentidos. La pequeña cascada que hay aquí crea una piscina natural muy buscada por los bañistas. El frondoso bosque en galería y el robledal ofrecen sombra todo el año, completando el cuadro idílico que aquí se puede vivir. Cerca de aquí, entre las aldeas de Chamiceira y Dianteiro, en un pequeño afluente de Landeira, encontramos el pozo Negro, poza que se forma después de una pequeña cascada. El granito, esculpido y pulido por las aguas, dibuja una piscina perfectamente redonda con aguas profundas que adquieren un color verde diamante.
El pozo Azul es además un paraíso para la biodiversidad. La rara mariposa tornasolada chica hace de este valle su hogar, regalándonos sus sorprendentes colores en tonos de violeta. En las cascadas y rápidos el mirlo acuático se alimenta de los abundantes macroinvertebrados que pueblan las aguas. Más arriba, el narciso de los martillos aprovecha la tierra profunda y oscura junto al río para crecer. En los robledales, la salamandra común y el lución se alimentan de pequeños invertebrados. La libélula caballito del diablo azul se asoma entre el follaje de los alisos, con sus tonos verde (hembra) y azul (macho) metálico. En la ladera, algunos acebos aparecen puntualmente en el sub-bosque, y los pajarillos abundan en los márgenes de los caminos. Estas especies son características de los ríos de montaña y de bosques con gran valor para la conservación de la naturaleza. Algunas de estas especies son protegidas en Europa (acebo y narciso), otras son muy raras (tornasolada) y otras son además indicadoras de ecosistemas bien conservados (caballito del diablo azul, lución y salamandra común).