La aldea de Bustelo, también conocida por Bustelo da Lage, ha ganado esta designación por la impresionante losa de granito presente en la aldea, que desde hace siglos es aprovechada por el pueblo de Bustelo como era. Este sitio, como muchos otros en la sierra, es un lugar comunitario, donde aún hoy se realizan diversas actividades relacionadas con la agricultura, como el deshoje del maíz o el secado de los cereales. Aquí aún se pueden observar las medas de maíz dispersas por la gran losa, conos casi perfectos construidos con las cañas de maíz. En este lugar de buena exposición solar podemos también encontrar buenos ejemplos de la arquitectura tradicional, como los tradicionales canastros o los característicos pajares del valle de Bestança.
En los alrededores de Bustelo podemos contemplar los bellos paisajes del valle del Bestança. Los rebosantes prados esculpidos por el hombre en las laderas del valle, característicos por la abundancia de agua y por las estructuras tradicionales existentes, como las acequias y los lavaderos, permiten la presencia de variadas especies de anfibios como la salamandra común, el tritón jaspeado y los sapos común y corredor. Desde aquí también se pueden contemplar los paisajes de la sierra de Montemuro, con las grandes rocas graníticas de innumerables formas componiendo el paisaje. Por aquí son frecuentes diversas especies de rapaces, como el azor común o el ratonero, así como varias especies de reptiles, como la culebra bastarda o el lagarto ocelado.
En la aldea de Bustelo, marcada por las construcciones en granito, podemos observar diversas estructuras de gran valor arquitectónico, como canastros, casas de traza tradicional, destacándose la Iglesia Matriz de Bustelo, girada hacia el valle del Bestança. Junto a ella están presentes dos sepulturas del período medieval, y una de ellas presenta varias inscripciones esculpidas.
