La cascada de Cabreia es una de las más bellas cascadas de la Rota da Água e da Pedra®, despeñándose desde una altura de cerca de 25 metros lo que proporciona un espectáculo de gran belleza. El desnivel se ha originado por la diferente resistencia de las rocas del lecho del río Mau a la erosión, con los granitoides más duros resistiendo a la erosión rio arriba desde la cascada , y la pizarra mas blanda fácilmente erosionada a lo largo de los milenios. Así, la cascada marca el contacto geológico entre la Formação de São João de Ver y las rocas anteordovicicas características de esta región. El mirlo acuático es el guardián de esta cascada. Su conexión con el agua es tan intima que las crías de mirlo aprenden a nadar antes de saber volar.
El bosque en galería forma aquí una galería continua de árboles, con alisos, fresnos y sauce cenizo acompañados por un sub-bosque rico en helechos y arbustos, entre los cuales resaltan el helecho real, el rusco y la rarísima píjara; esta especie es prioritaria para la conservación en Europa, siendo una reliquia de los bosques sub-tropicales que en otros tiempos cubrían la región. La nutria, mamífero juguetón que recorre kilómetros de río todos los días buscando alimento, halla aquí unas condiciones excepcionales para desarrollarse. Entre los invertebrados se destaca el protegido ciervo volante, escarabajo de grandes dimensiones que se desarrolla en los robledales maduros. Por fin en estos húmedos ecosistemas fácilmente encontramos a endemismos ibéricos como la salamandra rabilarga, el tritón ibérico y el lagarto verdinegro. La salamandra común es también frecuente en los bosques caducifolios junto al río Mau, donde se alimenta de babosas y pequeños insectos. El parque de Cabreia, bien equipado y con buenos accesos, es un lugar de visita obligatoria, permitiendo la contemplación de la cascada y de la biodiversidad característica del río Mau.