Ubicada en las márgenes del Arda, la Croca do Arda presenta un nombre curioso, posiblemente relacionado con la geomorfología del lugar, que recuerda una cavidad en el paisaje que contrasta con las abruptas laderas de este río. El río Arda, nace en la vega de Arouca por la confluencia de varias riveras, recorriendo parte de los municipios de Arouca e Castelo de Paiva, hasta desaguar en el río Duero, en Pedorido. La Croca do Arda es un excelente sitio para actividades recreativas. Aquí se pueden recorrer las márgenes de este río y contemplar una enorme diversidad paisajística, así como la fauna y flora existentes.
Por las márgenes del río Arda hay una gran diversidad biológica. La rana común, la salamandra común o el sapo común son algunos de los anfibios que por aquí vagan. Más huidizos y discretos son los varios mamíferos que recorren las márgenes del Arda, como la ardilla, la nutria o la gineta. Descrita por muchos como la libélula más rara de Europa, la macromia es una de las libélulas que dan vida a este río, hallando aquí condiciones para completar su largo ciclo de vida, así como las libélulas emperatriz azul y guardarroyos común, o el latiblanco naranja. Otra especie igualmente frecuente en este lugar es el enigmático y bello martín pescador. Relativamente a la flora, junto al Arda se puede observar una gran diversidad de plantas, como el almez, el alcornoque, el espino albar, el laurel, la carroncha, varias especies de juncos, así como otras especies herbáceas, como los pajarillos y los narcisos, o mismo enredaderas como la madreselva o la nueza negra.