Los pozos de Manhouce está situados en el tramo más alto del río Teixeira, dónde abundan las caídas de agua y los pozos, o piscinas naturales. El pozo Negro en el río Teixeira, los pozos Cilha y de Barreira en la rivera de Vessa, y el pozo de Gola en la rivera de Manhouce, son algunos de los más conocidos y frecuentados, y todos ellos han sido esculpidos en la dura roca por la fuerza de las aguas. Muchos de estos pozos son precedidos de cascadas, lo que les convierte en pequeños trozos de paraíso que sorprenden por su belleza y encuadre. El río Teixeira, considerado uno de los más bien conservados ríos de Europa, es además uno de los más bellos ríos de montaña, con valles estrechos, y un paisaje escarpada, deslumbrante, que combina armoniosamente los tonos de verde de la vegetación con los tonos de ocre de la roca pulida por la erosión.
Los bosques son, en el valle del Teixeira, exuberantes. En ellos podemos encontrar las raras mariposas tigre y tornasolada chica, los carboneros, el camachuelo, el pico picapinos y el acebo. Junto al curso de agua son frecuentes el lagarto verdinegro y la salamandra rabilarga y, en las turberas de montaña, el narciso-das-turfeiras marca su presencia. Entre los mamíferos destacan los murciélagos cavernícolas encontrados en las Minas das Chãs (murciélago grande de herradura, murciélago pequeño de herradura, murciélago de cueva), el desmán ibérico y el lobo ibérico, especies de conservación prioritaria en Europa.
La aldea de Manhouce ha merecido, en el pasado, el segundo lugar en la elección de la “aldea más portuguesa de Portugal”. Hoy mantiene un conjunto de casas bien conservadas con paredes de granito y tejado de pizarra. Las vacas de raza arouquesa pastan libres en el entorno de la aldea. El puente de Manhouce se ha construido en el periodo Romano, en el ámbito de la rede viaria del Imperio. Puente de un arco simple de medio punto, asienta directamente en el cimiento de la roca emergente del lecho y márgenes del río. Se presume que haya sido construida entre el siglo II a. C. y el siglo I d. C.