La cascada de Côto do Boi es una caída de agua estacional localizada en el riachuelo de Moldes, a cerca de 930 metros de altitud, muy cerca de su manantial y, por este motivo, en verano llega a estar prácticamente seca. El agua cae desde aproximadamente 20 metros de altura, y el lecho del río en pizarra se ha pulido a lo largo de miles de años por la erosión de las aguas. Este es el hábitat del raro narciso de los martillos que se puede ver río abajo desde la cascada. En los prados del alto de la cascada la exuberante campanica exhibe sus colores en variantes de morado y marrón. Sin embargo es el Côto do Boi, imponente cumbre drenada al este por la rivera de Côto do Boi y a oeste por la de Roças, confluyendo en la rivera de Moldes, que merece mayor atención; de lo alto de sus 1000 metros, recordando una enorme grupa de buey, forma una impresionante escarpa con más de 100 metros que es el hábitat preferencial de especies rupícolas endémicas como la encinilla portuguesa y la murbequiela. El final de esta escarpa marca el contacto con la curazodiorita de Arouca, un poco más abajo, donde podemos observar en el afloramiento rocoso, la margarita de hojas opuestas y los candeleros del diablo.
