Junto a la capilla de Santa Barbara, protectora contra los relámpagos y las tormentas, es posible tener una vista privilegiada sobre el valle del Varosa, afluente del río Duero. Desde allí se avista, cerca de la aldea de Almofala, la región del manantial del río Varosa dominada por rocas de pizarra que enseguida, pasa a recorrer las rocas graníticas del macizo de Montemuro, siendo visible el cambio drástico de la dirección del río para norte. Este es un buen ejemplo de la adaptación de los ríos a la fracturación existente en la litología granítica. Este fantástico valle puede ser recorrido a través del PR& – Trilho do Varosa, donde se puede observar una inmensa biodiversidad, con la presencia de especies como la doncella de la madreselva, el satirión real manchado o el helecho real que se encuentran a lo largo del valle del Varosa.